viernes, 31 de octubre de 2008

Relato de terror - PESADILLAS -

00:30 h.

Eddie estaba absorto contemplado la pantalla del ordenador, como
siempre. La única luz artificial del salón era el blanco resplandor
de la LCD iluminando los brazos y el rostro de Eddie, dándole un
aspecto pálido y fantasmal. Por la ventana entraba una escasísima
luz lunar, el cielo estaba encapotado y no se veía estrella alguna.
Eddie estimó que las nubes se hallaban bajas, y que con total
seguridad esta noche llovería con energía.

Se llevó el antebrazo a la frente y se secó el sudor, siguió
cliqueando y tecleando con entusiasmo, sin la mínima seña de
cansancio, pero sabía que su cuerpo no era una máquina, y tendría
que irse a la cama más bien temprano. "Que asco de cuerpo
humano, dormir, menuda pérdida de tiempo" pensaba a menudo.

Tenía la vista cansada. Sus ojos estaban enrojecidos y lagrimosos,
un síntoma de alerta que anunciaba: "¿No crees que ya es suficiente
por hoy, Eddie?". Y su trasero aplastado decidió tomar la forma del
sillón hace ya tiempo, por conveniencia.

Al poco Eddie se sobresaltó un poco al escuchar la musiquilla de
"Nuevo Mensaje", tenía el volumen del ordenador más alto de lo
que pensaba, cliqueó y miró el contenido:

Si lees íntegro el mensaje de abajo morirás, no lo leas, ni se te
ocurra leerlo, esto es muy serio, pasa este e-mail a todos tus
contactos, hazlo si no quieres morir, pásalo y no lo leas por favor,
ya le ha ocurrido a mucha gente, NO LO LEAS.

Eddie leyó el primer mensaje de advertencia, una vez, y otra,
escéptico pero adviertiendo cierta seriedad real en las palabras,
ausente en el resto de mensajes amenazantes del estilo. Eddie
creía en estos mensajes lo mismo que en Frankenstein, y no
tardó en leerlo ni 5 segundos. Bajó la mirada hasta el final del
e-mail, y lo leyó 2 veces, no entendía nada, no era ni inglés ni
español ni ningún otro idioma; sino una serie de palabrejas
inventadas seguramante por un crío aburrido. No sintió nada,
no percibió dolor alguno, y en su semblante se dibujó una leve
sonrisa.


01:12 h.

Comenzó a cerrar todos los programas de la computadora,
retiró con seguridad los dispositivos USB conectados y
finalmente se dispuso a apagar el ordenador. El ruido del
ordenador se intensificó unos segundos y acabó por
desconectarse. Se quedó a oscuras, palpó en el aire unos
segundos hasta encontrar el interruptor de la lámpara de
la mesa y lo encendió. De la lúgubre oscuridad cambió a una
mortecina y ambarina luz anaranjada, que ni mucho menos
era suficiente para toda la estancia. Miró el camino hasta el
pasillo asegurándose de que estaba libre de posibles
tropiezos, y volvió a apagar la lámpara, caminó sin ver nada
unos 5 metros y llegó al pasillo, encendió la luz y caminó
hasta el final.

El pasillo era largo y estrecho, al inicio habían 2 puertas, una
a cada lado, a la izquierda la cocina y a la derecha la habitación
de sus ausentes padres, más adelante, al centro otras 2, una
sala de trabajo y la habitación de su hermana pequeña, ahora
desierta. Y al final a la derecha la habitación de Eddie, y
enfrente el baño. Todas las puertas estaban cerradas, a Eddie
no le gustaba nada dejarlas abiertas, le ponía nervioso, imaginaba
"personas" saliendo abruptamente de las oscuras habitaciones y
abalanzándose con violencia hacia a él.

Entró en el aseo, descargó el depósito, se lavó rápidamente
los dientes y salió. Abrió la puerta de la habitación, tanteó en busca
de la luz, la encendió e internó en el dormitorio. Se quitó los
pantalones y la camiseta, y en calzoncillos se fué a la cama.
En apenas 5 minutos el sueño le ganó una ya decidida batalla.



...morirás esta noche.... estoy en tu mente pero puedo llegar a ti,
ese ha sido tu deseo, no hay vuelta atrás, eres mío...



Abrió los ojos, Eddie estaba de pie en el pasillo, la luz estaba
encendida, pero el halo ni siquiera llegaba al suelo. La oscuridad
era densa, irreal y profunda. Sin duda ahora el pasillo era mucho
más largo, era su casa pero distinta, y no tardó en averiguar que
estaba en un sueño; (ya quisieras,... dentro de poco me verás...)
pero al mismo tiempo era verídico y palpable, demasiado para un
sueño.

De pronto una corriente de aire helado le golpeó en la espalda, se
le erizó la piel de inmediato y un gran escalofrío le recorrió todo el
espinazo. Y lo supo, algo en el salón le acechaba, detrás, oía unos
pasos lentos arrastrándose por el piso, y se quedó helado, no podía
moverse, y sabía que si no escapaba moriría ahi mismo. Olía a
putrefacción, y un aire caliente y hediondo envolvió sus fosas
nasales, era insoportable. Hizo acopio de todas sus fuerzas físicas y
psíquicas y corrió como nunca creyó haber podido, sin duda Eddie
pensó que pulverizó el récord mundial de velocidad en los 10 metros
lisos. Recorrió el pasillo en menos de 2 segundos, y chocó
estrepitosamente con la puerta del baño, se levantó a una velocidad
fugaz y se dispuso a abrir la puerta. Estaba cerrada, lo intentó con la
de su habitación y también parecía estar atrancada. Miró de reojo a
la derecha, una figura de metro y medio avanzaba lentamente, y
parecía sostener algo entre las manos, algo brillante y luminoso. No
quiso mirar más, le aterraba la idea. Con todas sus fuerzas giró el
pomo y consiguió abrir la puerta. Entró y se cerró apresuradamente.
Aguantaba la puerta de espaldas, esperando un buen golpe. Le
temblaba el cuerpo entero, pensó que se desmayaría en cualquier
momento, pero no lo hizo. La mente se le aceleraba, oía ruidos
crecientes en su cabeza, rápidos, fuertes, y despertó.


02:43 h.

Según la "Fisiología Humana" de Hand una persona normal tarda
unos siete minutos en dormirse; pero la misma persona tarda
entre quince y veinte minutos en despertar. Al parecer, el sueño
es un lago del que cuesta más salir que entrar. El ser humano
despierta por etapas, pasando del sueño profundo al sueño ligero
y a ese estado llamado "duermevela" en el que la persona contesta
a preguntas que después no recuerda, oye sonidos...etc
Eddie no despertó del todo cuándo escuchó el crepitar de la puerta
de su habitación al abrirse, alguien acababa de entrar. Estaba
sudando, tenía frío y no podía espabilarse, el sueño lo amarraba
con dureza, pero lo logró. Estaba muy cansado, agotado, molido,
los músculos parecían rocas a punto de partirse, y mientras se
dirigía al baño a refrescarse intentó recordar la terrible pesadilla,
pero apenas se acordaba de nada. Salió de la habitación y miró
furtivamente a la izquierda, no había nada, solo oscuridad y
tinieblas. Entró al baño y se echó abundante agua en cara y cabeza.
Volvió a la cama con la esperanza de dormir en paz.



...estoy muy cerca..., dentro de poco vendrás, aqui todos reímos,...
y viviremos juntos hasta la eternidad...



Eddie, temeroso, abrió los ojos. Se encontraba en su habitación,
nada parecía extraño, miró por la ventana y observó el furioso cielo
lanzando estruendosos relámpagos que iluminaban las nubes grises
en constantes sacudidas. Se acercó un poco más a la ventana y vio
también que llovía con fuerza. Se quedó unos largos segundos
mirando los bellos y mortíferos rayos azules cuándo tuvo un terrible
presentimiento, se aproximó a la ventana, no podía evitarlo, miró
hacia abajo y no pudo creérselo, cientos de personas encapuchadas
andaban en silencio dando vueltas a la casa. Cada uno de ellos
sosteníauna luminosa vela, lo cual teniendo en cuenta la lluvia era
incomprensible. A Eddie se le puso toda la piel de gallina al instante,
le costaba horrores respirar, y demasiado tarde se dio cuenta de un
detalle, detrás suyo la puerta de la habitación estaba abierta de par
en par, y alguien allí se hallaba en pie con malvadas intenciones.
¿Era un sueño? Posiblemente, pensó Eddie, pero demasiado real y
terrorífico para dejarse llevar y levantarse por la mañana como si
nada. Eddie se echó hacia atrás hasta golpear con la espalda la pared
opuesta a la Cosa con la vela entre las manos, cerró los ojos y con
sus fuerzas deseó despertar, temblaba de miedo, pensó que esta vez
no lo lograría, que tendría delante a la Cosa en cualquier momento y
moriría; pero logró despertar,...por última vez.


04:55 h.

Eddie se encontraba de nuevo en la cama, tenía el cuerpo sin energía
alguna, no podía moverse y le costaba abrir los ojos. Había tenido
otra pesadilla, eso estaba claro, pero su estado físico no era normal,
cada vez que despertaba era mucho más débil, y empezaba a
imaginarse el porqué. Alguien se acercaba, no podía verlo bien ya
que apenas podía mover la cabeza, pero se acercaba, y no podía
correr, no podía escapar, estaba a su merced.

Finalmente Eddie pudo verla, era una anciana, muy vieja, tenía la
piel escamosa y podrida, tenía muy poco cabello, largo y blanco.
De entre las grietas de su piel rezumaba un viscoso fluido azulado.
La piel era granate salteada de protuberancias grises y rugosas.
La luz de la vela le daba un aspecto espiritual y monstruoso a su
rostro. Y los ojos, hundidos y negros como el azabache miraban
directamente a Eddie, con hambre y deseo.

- Hola...muchacho...ya he llegado...vas a venirte conmigo...¿verdad?
- susurró la anciana con dificultad.

- ¿¿¡¡ QUÉ !!?? ¡¡¡ Yo no quiero ir a ninguna parte !!! - gritó Eddie
desconsoladamente.

- No tienes....elección...tú...me llamaste...-

- ¡¡¡¡ N-n-no no no q-quería, no q-quiero, p-p-por favor !!!! -

- Formarás parte....de nuestra familia.........- djio la anciana mostrando
una horrible mueca de felicidad animal.

Eddie sintió algo frío en la cara y se dio cuenta de que estaba llorando
de terror, la anciana le puso la mano en el pecho y empezó a recitar
unas palabras con voz gutural. Eddie no entendía ninguna palabra,
pero poco le importaba, sabía que era el fin, la anciana parecía
exánime pero Eddie no podía moverse un ápice.Sentía la adrenalina
estayándole en las cuencas oculares. Oía y percibía con fuerza los
acelerados latidos de su corazón en las sienes y el pecho.La anciana
acabó de murmurar y soltó un alarido descomunal. Los ojos de Eddie
se abrieron como platos, y, muy asustado, también gritó de pánico
con fuerza desgarradora.

La vela se apagó y quedaron a oscuras. Sintió un mareo y tuvo la
sensación de adentrarse en espiral en un agujero negro. Sentía su
cuerpo ligero como una hoja, flotando en la oscuridad. No era del
todo molesto; pero la falta de control en la situación le sobrecogía.
¿Qué pasará? ¿Moriré?. Poco a poco el cansancio le obligó a
descansar profundamente, cerró los ojos, y sintió una paz muy
agradable.


...vivirás dentro de mi...


Al poco tiempo Eddie se dio cuenta de que lo único importante era
captar a más gente para la familia, el método de los mensajes por
internet era rápido, pero no suficiente, nunca era suficiente para
Madre. Necesitaba vivir eternamente, y todos nosotros la
ayudaríamos.



FIN